Sueños descalzos

Ya no tengo los pies limpios, por caminar por las noches, descalza, entre los sueños.

Los tengo sucios de tantos viajes, de sus idas y regresos, de montañas, de playas, lastimados de caracolas, de rocas, y vuelvo siempre con los pies sucios y sangrientos, y los meto en la cama, como si las sábanas pudieran limpiarle los secretos de mi alma.

M.G.M.