A la sombre del silencio
Dec 16, 2024
Así, de repente y sin piedad
a la sombra y en silencio
se despertó mi alma
y lloró el espejo
frente a mí.
No hay perdones que florezcan.
No hay mentiras que nos cubran
de muestra mirada al desnudo.
La vida nos marchita
y no hay crítica más cruel
que la realidad.
Así, de repente y sin piedad
a la sombra del silencio
me desnudé frente al tiempo
y me empecé a enamorar.
Maria Gabriela Micolaucich — Argentina (Derechos Reservados)